Las copas menstruales se han vuelto bastante populares en los últimos años, y la mayoría de usuarias la recomendarán y dirán que la consideran como la mejor respuesta a su periodo.
Sin embargo, la curva de aprendizaje puede ser un poco más larga que la de las toallas higiénicas y los tampones. Así que si has intentado la copa una vez o dos y ya estás pensando “esto no es lo mío” ¡no te rindas aún! Luego de un par de ciclos de prueba y error, la mayoría de usuarias encuentran la forma que funciona para ellas al intentar distintos dobleces y técnicas de inserción ¡convirtiéndose en amantes totales de la copa menstrual!
Primer paso ¡RELÁJATE!
Planea un día en el que estarás en casa y relájate para probar tu copa la primera vez. Toma una ducha antes o mientras intentas insertarla pues tus músculos del suelo pélvico se relajarán y la inserción de la copa será mucho más fácil.
Inserción
Encuentra una posición cómoda para insertar la copa (puedes ponerte en cuclillas, sentarte en el sanitario o parada con una pierna sobre un banquito o la tapa del sanitario) ya encontrarás la posición que más se facilita para ti.
Dobla la copa con el doblez que más te guste e insértala (es recomendable el “Punch down” o el 7 para comenzar pues estos dobleces tendrán el diámetro más pequeño).
Cuando vayas a insertar la copa, inclínala unos 45º hacia tu espina dorsal. Cuando toda la copa esté dentro tuyo, simplemente retira tus dedos y déjala abrirse. A veces (no siempre) podrás escuchar un sonido “plop” lo cual significa que la copa se ha abierto completamente. Si tienes dudas, inserta tu dedo índice o medio y busca el borde de la copa, rodéala para sentir si se abrió completamente, debes sentirla circular u ovalada, también puedes pellizcarla desde la base si has usado el “punch down”. Si sientes algún doblez significa que no se ha abierto completamente. Intenta girarla un poco desde la base o retirarla un poco y volver a insertarla si aún no se ha abierto bien.
Otra forma de saber si está bien abierta es halando del tirador un poco, si hay resistencia, el efecto de vacío se ha creado y ¡la copa está puesta correctamente!
Las mujeres con suelo pélvico fuerte o cérvix alto experimentarán que la copa encuentra su posición óptima una vez ha sido insertada. Algunas mujeres también hallarán que la copa se sube un poco más arriba luego de insertarla, esto es normal, sin embargo, removerla puede tomar un poco más de práctica.
Un buen consejo cuando insertas la copa es relajar los músculos de la mandíbula (puede sonar raro, pero relajar la mandíbula afecta los músculos del suelo pélvico).
Si sientes que el tirador es incómodo luego de un par de intentos por tener el cérvix bajo, puedes cortarlo. Algunas mujeres cortan el tirador por completo.
Retirarla
Cuando es el momento de retirar la copa, debes empezar por lavar tus manos y relajar los músculos del suelo pélvico. Luego, puedes sentarte en el asiento del sanitario o ponerte en cuclillas pues esto acercará el cérvix a la entrada del canal vaginal y empujará la copa hacia abajo, lo cual facilita alcanzarla y removerla.
Intenta remover la copa mientras tomas una ducha para estar más tranquila y relajada. Cuando intentes alcanzar el tirador, simplemente rompe el sello sacudiendo un poco la base de la copa hasta que escuches que entra aire. Luego tira suavemente de la copa hasta que salga por completo.
Vacía el contenido en el sanitario o úsala para regar tus plantas y lava la copa con agua potable y un jabón sin aroma y PH neutro. Asegúrate de limpiar muy bien los orificios antes de insertarla nuevamente.